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Una Propuesta Caribeña Para Obtener Mayores Fondos para la Adaptación al Cambio Climático
Publicado en: elDial.com - DC3286 - 15/8/2023
Por Thomas Andrew O’Keefe
En la agenda de la Cumbre para Un Nuevo Pacto Financiero Mundial organizado por el presidente francés Emmanuel Macron en París entre el 22 y 23 de junio de 2023, figuraban propuestas para reestructurar el sistema financiero multilateral y así proveer más recursos para responder adecuadamente a los desafíos presentados por el cambio climático. Muchas de estas reformas forman parte de un paquete de medidas inicialmente propuestas por Barbados, uno de los países más pequeños del mundo.
En vísperas de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se celebró en noviembre del 2021 en Glasgow, Escocia (COP 26), Mia Amor Mottley, la primera ministra de Barbados, abogó por la suspensión de pagos de la deuda externa por parte de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (también conocidos por sus siglas en inglés “SIDS”) mientras también están obligados a resolver una multitud de daños causados por un desastre natural exacerbado por el cambio climático.1
Los SIDS ya figuran entre las naciones más endeudadas en el mundo como resultado de varios factores que incluyen el pequeño tamaño de sus poblaciones que dificulta sostener un mercado de capital local viable además de mantener un sistema tributario que captura suficientes recursos para financiar las obligaciones mínimas de un gobierno. La inhabilidad de acumular suficientes recursos a nivel local obliga a los SIDS recurrir al sistema financiero multilateral y a los mercados de capital extranjeros para obtener préstamos sobre los cuales se les carga altísimas tasas de interés.2 Cuando estos factores se combinan con los gastos para reconstruir la infraestructura esencial dañada por desastres naturales que ahora vienen con más frecuencia y al mismo tiempo existe una creciente necesidad de financiar la construcción de infraestructura con mayor resiliencia, pagar la deuda externa se convierte en algo insostenible. Exacerbando esta situación injusta es el hecho que los SIDS son los países que menos han contribuido al cambio climático, pero al mismo tiempo son los más perjudicados sea por huracanes cada vez más potentes, el aumento del nivel del mar que disminuye el terreno habitable, lluvias impredecibles, y un mar más acídico que disminuye la cantidad de peces y mariscos que sostienen a los habitantes de los SIDS. Si esto fuera poco, el importantísimo sector de turismo en el Caribe se encuentra perjudicado por una invasión de alga sargazo muerta por el aumento de la temperatura del mar, que se amontona y se pudre en las playas.
Uno de los objetivos implícitos en conseguir la aceptación por parte de las instituciones multilaterales y regionales como el Banco Mundial y el Banco de Desarrollo Asiático de una cláusula de suspensión de pagos a la deuda externa en respuesta a un desastre natural, es que esto también podría influir a la banca privada, incluyendo a los fondos de inversión de alto riesgo, para que adopten una política similar. Es interesante resaltar que el Banco Interamericano de Desarrollo ya anunció su intención de incorporar una denominada “cláusula huracán” en todos sus futuros acuerdos de préstamos con los países caribeños y centroamericanos. Dicha cláusula suspendería los pagos de capital prestado (aunque no el pago de los intereses) por un periodo de hasta dos años después que un país sufre un desastre natural.
En anticipación de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático celebrado en Sharm El-Sheikh, Egipto (COP 27) en noviembre de 2022, el gobierno de Barbados elevó sus demandas más allá de la suspensión temporal de los pagos de la deuda externa para también exigir una serie de importantes cambios al sistema financiero mundial. Denominados la Iniciativa de Bridgetown (por el nombre de la capital de Barbados), estas reformas buscan redireccionar unos 100 mil millones de dólares estadounidenses que provienen de Derechos Especiales de Giro (DEG)
depositados con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para financiar proyectos de adaptación al cambio climático. El DEG es un activo de reserva internacional creado en 1969 por el FMI para complementar las reservas oficiales de los países miembros. El DEG representa un activo potencial frente a las monedas de libre uso de los países miembros del FMI. En la actualidad, los tenedores de DEG pueden obtener estas monedas a cambio de sus DEG mediante dos operaciones: primero, la concertación de acuerdos de canje voluntario entre países miembros y, segundo, la designación, por parte del FMI, de países miembros con una sólida situación externa para que compren DEG a países miembros con una situación externa poco firme. También existe otra opción por la cual los países miembros del FMI que tienen posiciones externas sólidas están habilitados para distribuir voluntariamente una parte de sus DEG para así ampliar los préstamos que los países de bajo ingreso pueden acceder a través del Fondo Fiduciario para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza administrado por el FMI. En la actualidad, la gran mayoría de los SIDS se encuentran excluidos de este programa en vista que son considerados economías de ingresos medianos.3
Otras reformas exigidas por la Iniciativa de Bridgetown incluyen la implementación inmediata por parte del FMI de un prometido Fondo Fiduciario para la Resiliencia y Sostenibilidad con un capital de 45 mil millones de dólares estadounidenses. Este fondo ofrecería inanciamiento asequible a largo plazo a los países que lleven a cabo reformas para reducir los riesgos para la estabilidad futura de su balanza de pagos, incluidos los relacionados con el cambio
climático. Además, la Iniciativa de Bridgetown exige a que todos los bancos de desarrollo multilaterales se unen para establecer un fondo común de hasta un trillón de dólares estadounidenses que prestaría capital a tasas de interés concesionarias para que los países en vías de desarrollo pueden mejor afrontar los trastornos que provienen del cambio climático. Finalmente, se propone utilizar los 650 mil millones en un Fondo de Mitigación al Cambio Climático manejado por el FMI para que sirve como garantía de pago y de esa manera incentiva al sector privado aportar su capital e invertir en proyectos de energía
renovable y de infraestructura con mayor resiliencia al cambio climático. Esto sería una manera de evitar que los SIDS acumulan más deuda externa sin ninguna esperanza de poder pagarlo.
La Iniciativa de Bridgetown ha sido avalada no solamente por el presidente francés, sino también por John Kerry, el Enviado Especial para Asuntos de Cambio Climático del presidente norteamericano Joe Biden y la Directora del FMI, Kristalina Georgieva. En enero de 2023, el Banco Mundial estableció un “Proceso de Evolución” para mejor responder a los desafíos transfronterizos presentados por el cambio climático que pueden tener un impacto sobre las
metas fundamentales del Banco como es el crecimiento económico, la reducción de pobreza, y el desarrollo humano. En abril de 2023, un comité interno del Banco Mundial presentó un informe acerca de posibles reformas para afrontar dichos desafíos en un Foro sobre el Proceso de Evolución y se abrió un periodo de consultas públicas que venció el 31 de julio. Como resultado de la reciente Cumbre para Un Nuevo Pacto Financiero Mundial en París, el Banco Mundial también anunció que implementaría---como un plan piloto para los nuevos
acuerdos de préstamos---cláusulas de suspensión temporaria de la deuda para que los países puedan abocarse a satisfacer las necesidades urgentes de su población y no a reembolsar los préstamos. Esto permitirá a los países más vulnerables pausar los pagos de la deuda en momentos de crisis o de catástrofes.
Una de las razones porque la Iniciativa de Bridgetown ha sido acogida por
muchos en la comunidad internacional es que no requiere el pago de
compensaciones o reparaciones por parte de los países desarrollados que históricamente han contribuido más a las emisiones de gases de efecto invernadero. El enfoque de la Iniciativa de Bridgetown más bien intenta modificar el sistema financiero multilateral para hacerlo más flexible y así ofrecer a los gobiernos mayores opciones para responder a los serios retos que presenta el cambio climático. Además, la Iniciativa Bridgetown trata de mejor utilizar las reservas de capital acumulado por los bancos de desarrollo como un respaldo o garantía para
incentivar una mayor inversión privada. En contraste, otra propuesta presentada por los países en vías de desarrollo durante el COP 27 en Egipto para establecer un fondo de “pérdidas y daños” ha tenido menos aceptación por parte de los gobiernos e industrias responsables por el cambio climático. Entre otras cosas, se supone que este fondo se sostendría con el dinero obtenido de un impuesto sobre las ganancias extraordinarias de las empresas petroleras, un impuesto sobre los pasajes aéreos y/o un arancel especial cobrado a todo producto importado si es que su elaboración contribuyen desproporcionadamente a la
emisión de gases de efecto invernadero.
NOTAS
1 Los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo o SIDS consisten de 39 países soberanos que se encuentran en el Atlántico : [1] Cabo Verde, [2] Guinea-Bissau, y [3] São Tomé and Príncipe; en el Caribe: [1] Antigua y Barbuda, [2] las Bahamas, [3] Barbados, [4] Belice, [5] Cuba, [6] Dominica, [7] Grenada, [8] Guyana, [9] Haití, [10] Jamaica, [11] República Dominicana, [12] Saint Kitts and Nevis, [13] San Vicente y las Granadinas, [14] Santa Lucia [15] Surinam, y [16] Trinidad y Tobago); el Océano Indico: [1] las Camoras, [2] las Maldivas, [3] Mauricio, y [4] las Seychelles; el Pacífico: [1] las islas Cook, [2] Estados Federados de Micronesia, [3] Fiji, [4] Kiribati, [5] las islas Marshall, [6] Nauru, [7] Niue, [8] Palau, [9] Papúa Nueva Guinea, [10] Samoa, [11] las islas Salomón, [12] Timor-Leste, [13] Tonga, [14] Tuvalu, y [15] Vanuatu); y Singapur en el Mar del Sur de China. Los SIDS también incluyen a 18 miembros asociados que son territorios de otras naciones como es el caso de las Islas Vírgenes Británicas y Puerto Rico.
2. Las tasas de interés que se cobran a los SIDS por préstamos es, en su promedio, dos o tres veces más de los que pagan los países más desarrollados. Justin Rowlatt, Barbados PM Fights for Shakeup of Global Climate Finance, BBC NEWS (June 22, 2023),
https://www.bbc.com/news/science-environment-65962997
3 Los ocho países de los SIDS que se consideran de ingresos bajos son las Camoras, Guinea-Bissau, Haití, Kiribati, São Tomé and Príncipe, las islas de Salomón, Timor-Leste, and Tuvalu.